En el artículo
de Juan Cervera Borrás se aborda el tema de la dramatización en el aula
fijándose, en primer lugar, una serie de objetivos a perseguir para permitir que la dramatización sea un recurso educativo útil. Dichos
objetivos deben girar en torno al desarrollo de la expresión en todas sus
formas (expresión lingüística, plástica, musical y corporal) y a la consecuente
potenciación de la creatividad, de la habilidad
comunicativa y del gusto por el teatro. También se ha de tener claro por un
lado, el concepto de dramatización (como proceso que no requiere
obligatoriamente la presencia de un público) y por otro, los elementos que lo
conforman (la expresión corporal, que no está codificada y que puede
representar una gran variedad de ideas, y el mimo, con el que ocurre lo
contrario a la expresión corporal).
Además, encontramos ejemplos de
actividades para trabajar la dramatización en el aula, en las cuales se ofrecen
consideraciones sobre el rol del educador como orientador y guía en el proceso
para alcanzar el desarrollo pleno de la
creatividad. Sin embargo no se obvia la ventaja de que sea el
propio niño el creador de las historias que se vayan a representar y el objetivo
lúdico de este tipo de actividades.
También el docente tendrá que
conocer y tener en cuenta los elementos básicos que se requieren en la
dramatización, como son los personajes, el conflicto entre ellos, el espacio
(que puede ser real o dramático), el tiempo en el que se desarrolla la acción,
el argumento y el tema de la obra. Y cabe
no dejar de lado los recursos necesarios en la actividad dramática: la
expresión lingüística, corporal, plástica y musical, la época, la elipsis, el
argumento y el tema de la obra.
Para finalizar, decir que al igual que el autor opino que la
dramatización es un ejercicio fundamental para el desarrollo de una amplitud de
competencias y que por tanto, será necesario trabajar desde edades tempranas. También
considero imprescindible la intervención del docente en la elaboración de
guiones y en la gestión de actividades dramáticas (siempre hasta cierto punto y
siempre que se tenga claro el concepto de dramatización y los elementos que lo
componen). Por otro lado, pienso que deberían ampliarse las investigaciones en
dicha materia y establecerse límites en la función del docente y niveles para
el alumnado según sus capacidades en el ámbito de la dramatización.
http://bib.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/platero/01260630765690405218813/p0000001.htm#I_1_

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